Todo cambia, a la vez se mantiene, todo se mueve, se integra y se expande, no es nuevo afirmar esto, tampoco lo es encontrar en las siete leyes herméticas un proceso que el hombre tiene que superar, intrínseca y extrínsecamente, tampoco es novedoso decir que la fe es la llave al séptimo cielo y que el conocimiento y la intuición caminan ciegos sin ella, que es una muy alta estupidez decir que aquel que conoce tiene prohibido creer, hay que entender; siempre siempre habrá algo más.
El verbo sin manifestación es la anulación del principio por el principio, de la vida por la vida.
El hijo jamás por encima del padre: así ambos son uno mismo.
El hombre puede llagar a ser Dios, por que el verbo sin manifestación no tiene razón de ser.
La revolución es un movimiento de convulsión y la reforma lo es de transformación.
En estos tiempos de convulsión institucional donde morirán los que no quieran cambiar, que llega a su culmen, viene con providencia un giro en los menesteres de la transformación de la humanidad, es pues que la revolución de la inteligencia se mantiene, hasta el momento de que otros Hombres de Sión entren en acción; comenzará la reforma intelectual.
Es un tiempo de conquista personal, veámonos en el espejo y definamos el camino personal, si unidad, dualidad o trinidad.
"De todos modos, estaremos ahí" .... X ÉL AZ....
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